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Análisis del gesto en danza. Factores de riesgo y lesiones más comunes

Ultima edición: Noviembre 15, 2023, 03:44 Hrs

La herramienta de trabajo del bailarín es su cuerpo. Hay una conexión muy íntima en el mundo del baile entre lo físico y lo mental que pone a prueba al artista en cada ensayo, competición, audición o gira.

?Las expresiones más auténticas de la gente están en su baile y en su música. El cuerpo nunca miente? ? Agnes de Mille

Es tarea necesaria conocer la anatomía y fisiología del baile, observar las técnicas de entrenamiento, de movimiento danzado, para prevenir lesiones, así como conocer los límites físicos y psicológicos a los que pueden llegar los bailarines. Es importante potenciar las capacidades de cada individuo y, en caso de encontrar limitaciones, trabajar esas carencias con inteligencia en pro de evitar futuras lesiones.

Posturas y movimientos básicos en la danza

Para entender las infinitas combinaciones de movimiento que nos ofrece cada tipo de danza es necesario saber que la base nace del Ballet Clásico. Todos los giros, los deslizamientos, los saltos, los portés, se conforman por una composición compleja y controlada de las posturas y movimientos más básicos, entre los que se encuentran:  (1)(2)(3)

  • Posiciones básicas en Ballet:

                                                  Figura 1: posiciones básicas de piernas y brazos

 

  • Plié:  es una flexión de las rodillas orientadas hacia los dedos del pie (según la posición de inicio en la que esté), manteniendo los talones apoyados en el suelo, con la pelvis neutra y la columna alineada.
  • Tendú: como su nombre indica, en francés, es una extensión del empeine y los dedos del pie.
  • Battements: es un ejercicio en el cual la pierna de trabajo se levanta en el aire con fuerza (sin mover las caderas) y vuelve a su posición original otra vez. El acento de este movimiento es hacia afuera y hacia arriba. Hay muchas variaciones de los battements, según la amplitud de movimiento de la pierna de trabajo.
  • Relevé: es un movimiento de subida y carga del peso a media punta o punta, sobre un pie o los dos.

                                   Figura 2: Relevé en media punta (primer plano) y punta (segundo plano)

  • Cambré: se trata de un movimiento de extensión máxima del raquis, que queda finalmente arqueada. El movimiento debe salir desde la tracción dorsal hacia arriba y progresar hacia la extensión de cada uno de los segmentos vertebrales.

                                                                                         Figura 3: Cambré

  • Arabesque: es una posición en la que la carga del cuerpo es recibida sobre una pierna mientras la otra se eleva hacia atrás (en extensión) y los brazos se colocan en la posición que pueda crear la línea más larga y estilizada.
  • Pirouette: es el giro o vuelta en danza.

Examen postural en fisioterapia

Aunque la base de todos los bailes es la danza clásica hay que tener en cuenta que cada uno de ellos posee diferencias notables en parámetros de fuerza, de carga, de torsión corporal, de caídas y deslizamientos en el suelo, de giros y portés, etc.

Durante el análisis postural básico tendremos en cuenta las siguientes observaciones: (1)(2)(3)

Exploración estática

  • Curvaturas de la columna vertebral, relieves óseos, trofismo muscular, piel, etc.
  • Líneas de referencia: observaremos diferentes estructuras básicas que servirán de referencia para conocer las asimetrías y las tendencias posturales de cada individuo, así como las cargas y apoyos predominantes.

                                                    Figura 4: Líneas de observación (imagen propia)

Visión anterior (de arriba a abajo): línea visual, línea clavicular, línea de las crestas ilíacas, línea de los dedos, punto medio de las rótulas, línea maleolar.

Visión posterior (de arriba a abajo): línea superior de la oreja, línea occipital, línea inferior de la oreja, línea de las espinas de las escápulas, crestas ilíacas, línea de las EIPS, pliegue glúteo, pliegue de las rodillas, líneas maleolares.

Visión lateral: línea vertebral.

  • Pie: valorar el arco plantar y la musculatura intrínseca del pie (conocer si está en hipo o hipertono, dependiendo del tipo de baile).

Exploración dinámica y pruebas específicas

  • Test de Beighton: valorar la hiperlaxitud ligamentaria en cada parámetro.
  • Rueda de bicicleta: valorar las compensaciones a nivel de la pelvis y las rodillas, acortamientos que pudieran observarse mientras se realiza el movimiento de flexión de tronco. Se tendrá en cuenta también si existe un aumento significativo del ángulo del tobillo, tensión cervical y si el movimiento de todos los segmentos vertebrales es progresivo y las apófisis espinosas se ven de forma sinuosa en cada sección.

                                                       Figura 5: Análisis del ritmo lumbopélvico (2)

  • Dehors: realizar el test de Craig y descartar limitaciones en rotación de cadera.
  • Colocación y apertura a primera posición: es esencial que el movimiento de apertura pélvica salga desde la rotación de cadera y, en esa línea, le sigan los pies. Una tendencia habitual de algunos bailarines es hacer primero una torsión excesiva de los pies para suplir la falta del dehors. Esto no facilita la mejora en rotación externa de cadera si no que fuerza al extremo a la articulación del tobillo y de la rodilla, poniendo en riesgo cada estructura.
  • Plié: durante este movimiento la columna y la pelvis deben moverse conjuntamente en posición neutra mientras las rodillas, en flexión, deben tener su dirección puesta hacia el segundo dedo del pie. Si la rodilla cae hacia dentro durante el plié significa que existe limitación de rotación externa de cadera, que la persona suple con una torsión tibial excesiva y pronación de pie, alterando el apoyo y la distribución de peso del cuerpo y generando sobrecarga en el tobillo, lo cual se puede traducir en futuras lesiones.
  • Respiración: valorar siempre la flexibilidad de la caja torácica, sobre todo en bailes que incluyan mucha torsión. La tendencia de la mayoría de los bailarines, sobre todo en danza clásica, será una respiración torácica superior, limitando el descenso del diafragma. Será importante trabajar la expansión costal y la respiración posterior para aumentar la capacidad pulmonar de manera que, aunque el diafragma no descienda, se pueda ensanchar mejorando así el rendimiento.
  • Cambré: analizar por segmentos vertebrales. Al ser un movimiento de tracción y extensión que nace desde las dorsales habrá que prestar especial atención a la zona lumbar, que no debe activarse antes que el resto de segmentos.
  • Alineación pélvica: observar si la pelvis se encuentra en posición neutra y alineada con respecto a la columna vertebral.
  • Cadenas musculares: observar, según el tipo de danza, qué musculatura trabaja de forma prioritaria y de qué forma lo hace, ¿en cadena abierta o cerrada? A partir de esta valoración podremos determinar los riesgos de lesiones que existen y entrenar fuerza, resistencia, propiocepción, etc. En cadenas cerradas, por ejemplo, toda la carga va dirigida a los brazos por lo que será de suma importancia trabajar la propiocepción de la cintura escapular y la musculatura estabilizadora de la misma y así disminuir el riesgo de lesiones.

Por otro lado, será importante evaluar al bailarín en contexto. Es interesante pedir una grabación de vídeo del calentamiento que realice diariamente en clase, la coreografía que esté preparando en esos momentos y una improvisación personal.

De esta manera podremos observar cuál es su lado dominante (factor de riesgo), qué tipos de apoyo realiza, qué giros suele hacer y hacia qué lado, torsiones, caídas al suelo, compensaciones, gestos viciados (saber diferenciar de un movimiento expresivo artístico, que es espontáneo y puntual), etc.

Factores de riesgo

En la danza se adquiere una serie de capacidades físicas: flexibilidad, coordinación neuromuscular, fuerza, potencia, resistencia muscular y resistencia cardiovascular, entre otras.

En función del sistema energético que se utilice y la duración de la actividad ésta podrá ser anaeróbica (clases técnicas) o aeróbica (trabajo coreográfico). (1)

Es importante conocer la magnitud de sobrecarga física máxima que un bailarín es capaz de alcanzar y crear para él una curva adecuada de entrenamiento que permita evitar lesiones. Un fallo común en las clases de danza es recurrir siempre al mismo tipo de ejercicios y no gestionarlos de forma progresiva, in crescendo. (1)

Será interesante, pues, crear un programa específico de entrenamiento fuera de las clases para cada tipo de baile y para cada bailarín, implicando a las mismas estructuras usadas en los patrones técnicos de movimiento danzado que se quiera mejorar. Por ejemplo: la fuerza muscular se debe trabajar de forma similar según el baile; si el bailarín no carga peso, no hace portés, no necesita ejercitar la musculatura incluyendo peso. (1)(2)

Con este tipo de entrenamiento progresivo podremos mejorar la evolución durante la propia clase, a lo largo de la semana y a lo largo de la temporada, donde los picos máximos de rendimiento físico y psicológico se encontrarán a mitad de camino.

A continuación, se detallan los principales factores de riesgo de lesión en bailarines: (1)(2)(3)(4)

  • Posiciones mantenidas: dehors, tendú, respiración torácica superior, etc.
  • Movimientos repetidos: plié, golpeo y caída en los pies, relevé en punta y media punta, portés, pirouettes, etc.
  • Tendencia unilateral a un determinado movimiento o postura: un fallo bastante común en los bailarines es creer que, por tener un lado del cuerpo dominante que tiene más facilidad para integrar la técnica, el otro lado no deben entrenarlo con tanto empeño. Por ejemplo: si una pirouette se vicia siempre con carga en la pierna izquierda y girando hacia la derecha, habrá un déficit sensorial en todos los sistemas sensoriomotores y perceptivos del cuerpo porque no se le está proporcionando la misma información al otro lado. Por lo tanto, es importante trabajar siempre en simetría para lograr una integración completa y evitar lesiones.
  • Patrones posturales adquiridos: muchos bailarines integran en sus ABVDs la actitud postural del propio baile. Esto significa que no son capaces de disociar el momento danzando de su rutina diaria. Por ejemplo: se puede observar en bailarines clásicos su tendencia exagerada a caminar en dehors. Será necesario trabajar la conciencia corporal para conseguir la disociación de todos los patrones posturales.
  • Factores externos: la temperatura ambiente, la luz, el calzado, el vestuario y attrezzo, el tipo de suelo y su rozamiento, los planos de inclinación, etc.
  • Factor mental: el baile es una disciplina artística en la que, además de técnica en el movimiento, se busca la calidad del mismo, la belleza. Transmitir emociones a través del cuerpo genera una demanda psicológica que pone en riesgo físico al bailarín. El grado de profesionalidad, la intensidad en la coreografía, la rutina de ensayo, la actitud perfeccionista, el número de actuaciones, los viajes, las inseguridades, el miedo escénico, etc, son factores que aumentan el estrés físico y mental en esta profesión

Lesiones más comunes

Las lesiones en bailarines se manifiestan principalmente en los miembros inferiores, debido en gran parte a una mala preparación y técnica. Como hemos visto, el entorno en el que se desenvuelve el bailarín, el calzado, el tipo de danza, el grado de profesionalidad y el estado psicológico también son factores especialmente influyentes en la aparición o agravamiento de patologías. (1)(4)

Una de las lesiones más preocupantes y habituales en los bailarines son las fracturas por estrés. Éstas se producen como consecuencia de tensiones repetidas en un área localizada del hueso. El dolor aparece de forma gradual y se manifiesta durante la actividad danzada. En un nivel más avanzado puede llegar a ser recurrente incluso en las ABVDs. (1)

La zona ósea que se somete a una sobrecarga continuada responde inicialmente con un engrosamiento gradual de la corteza dura. Si el factor estresante continúa, afectando de manera intensa y localizada a la región del hueso, éste comenzará a abrir pequeñas grietas. Si esta situación se ignora puede llegar a derivar en una fractura completa. (1)

Las zonas con mayor tensión y riesgo de fractura por estrés son la tibia y el 2º metatarsiano.

A continuación, se enumeran algunas de las lesiones más frecuentes de los bailarines según la articulación afectada: (1)(2)(3)(5)(6)

Pie y tobillo

  • Hallux valgus
  • Hallux rigidus
  • Sesamoiditis
  • Fascitis plantar
  • Impigment posterior
  • Osteonecrosis del 2º y 3º metatarsiano
  • Neuroma de Morton
  • Atrapamiento de la 1ª rama del nervio tibial
  • Hiperqueratosis
  • Problemas ungueales
  • Lesiones a nivel muscular: hipertonía peroneos, Síndrome del Túnel Peroneo, distensiones, desgarros, calambres de la musculatura sural, etc.
  • Tendinitis y bursitis del tendón de Aquiles
  • Tendinopatías: tibial posterior, flexor y extensor largo dedo gordo.
  • Esguinces 

Rodilla

  • Síndrome femoropatelar
  • Esguinces
  • Lesiones meniscales
  • Tendinopatía rotuliana

Cadera

  • Cadera en resorte
  • Pubalgia
  • Bursitis trocantérea
  • Síndrome del Piriforme

Conclusión

Todos aquellos que pertenezcan al mundo de la danza, o de alguna manera se vean involucrados, ya sean los propios bailarines, profesores, coreógrafos, fisioterapeutas, médicos, nutricionistas, psicólogos, etc, necesitan conocer a fondo las bases anatómicas y fisiológicas para la prevención y el tratamiento de lesiones.

La biomecánica de la danza es compleja, exigente y arriesgada para el organismo, tanto a nivel físico como psicológico. Conocer las limitaciones, ya sean estructurales, técnicas o mentales, permite a cada bailarín trabajarlas con inteligencia, dedicación y paciencia.

Para una persona que se dedique al mundo de la danza, sufrir una lesión es un freno en su carrera profesional, de modo que, ¿por qué no prevenir la lesión, antes de llegar al punto de tener que establecer un tratamiento?

Como se ha visto, los factores de riesgo para desarrollar una patología o sufrir una lesión son numerosos y se presentan diariamente.

El primer paso para controlar la prevención es trabajar de forma multidisciplinar, de manera que la ciencia, los profesionales sanitarios, puedan cooperar con el equipo docente y artístico dentro de los conservatorios, escuelas y compañías de danza.

Bibliografía

  1. Howse J, McCormack M. Técnica de la danza. Anatomía y prevención de lesiones. 2ª ed. Barcelona: Paidotribo; 2011
  2. Clippinger K. Anatomía y Cinesiología de la danza. Barcelona: Paidotribo; 2011.
  3. Massó N. El cuerpo en la danza. Postura, movimiento y patología. Barcelona: Paidrotibo; 2012.
  4. Russell JA. Preventing dance injuries: current perspectives. Open Access J Sports Med. 2013; 4: 199-210.
  5. Robinson RL, Nee RJ. Analysis of Hip Strength in Females Seeking Physical Therapy Treatment for Unilateral Patellofemoral Pain Syndrome. J Orthop Sports Phys Ther. 2007; 37(5): 232-238.
  6. Jacobs CL, Cassidy JD. Musculoskeletal Injury in Professional Dancers: Prevalence and Associated Factors: An International Cross-Sectional Study. Clin J Sport Med. 2017; 27(2): 153-160
Autor: María Adrián Huete

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