Un masaje nunca puede realizarse de manera desordenada. Como fisioterapeuta tienes desarrollado el sentido del tacto, y a través del tacto percibes muchas sensaciones distintas de los tejidos sobre los que pones las manos. Hay que respetar esas sensaciones que emiten los tejidos, por lo que en este vídeo os hablaré acerca de: las fases del masaje, la intensidad del masaje, el ritmo del masaje y la duración que debe tener un masaje.
Fases de un masaje
El masaje empieza desde que el paciente se acerca a nuestro consultorio buscando ayuda para resolver el problema que lo aqueja. Por lo tanto, podemos dividir las fases del masaje en las siguientes:
- Antes del masaje: debemos preparar al paciente informándole sobre lo que vamos a hacer, cuál es la finalidad del masaje que vamos a realizar, qué cosas puede sentir… e indicarle que él/ella es parte activa del tratamiento y por lo tanto de su mejoría. El fisioterapeuta debe prepararse y adaptarse a cada paciente para poder ofrecer un tratamiento positivo.
- Inicio del masaje: debemos tener en cuenta que estamos accediendo a un cuerpo y a una persona que nos desconoce, por lo tanto hay que abordar al paciente poniendo una disposición con intención, con respeto, con permiso…
- Primeros minutos del masaje: vamos a realizar maniobras suaves, superficiales y más globales; oscilaciones acompañadas de la respiración dirigidas a la relajación corporal o maniobras de escucha dependiendo del tipo de paciente al que estemos abordando.
- Cuerpo del masaje: se realiza un trabajo más local, maniobras más intensas e incisivas con una secuencia planificada o libre, debemos integrar de vez en cuando maniobras más amplias y todo tipo de técnicas, abordajes y maneras de trabajar los tejidos allá donde lo precisan.
- Cierre final del masaje: realizamos maniobras suaves, más globales y redondas (integradoras), caricias o fricciones superficiales, escucha, despedida y separación de las manos.
- Después del masaje: si es posible, podemos dejar un tiempo de reposo (en decúbito lateral o en posición fetal) al paciente para que realice respiraciones profundas buscando prestar atención y tomando consciencia acerca de los cambios que percibe en su cuerpo después de la realización del masaje.
Intensidad del masaje
En cuanto a la intensidad del masaje tenemos los siguientes aspectos:
- Es algo absolutamente variable de unas personas a otras.
- Va a ser distinto según el tejido a tratar y el objetivo que nos hayamos planteado.
- Debemos comenzar siempre con suavidad.
- Hay que aumentar la intensidad hasta donde consideremos y acordemos con el paciente.
- Recordar que hay que atender siempre al paciente y sus necesidades.
- Debemos manejar el dolor y hacerlo constructivo.
Ritmo del masaje
En cuanto al ritmo del masaje nos podemos basar en las siguientes premisas:
- Si queremos estimular será más rápido.
- Si queremos relajar será más lento.
- Al inicio debe ser siempre más lento.
- Sobre todo, tratar de mantener un ritmo.
Duración del masaje
La duración de un masaje puede ser subjetiva. Sin embargo, si vamos a realizar un masaje global, os recomiendo que la duración mínima sea de 30 minutos.