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Eficacia de la electroestimulación neuromuscular (EMS) en la potenciación muscular

Ultima edición: Noviembre 15, 2023, 03:44 Hrs

La electroestimulación neuromuscular es un método terapéutico utilizado en fisioterapia de manera frecuente y que se ha establecido de manera protocolaria, en muchos centros de rehabilitación. ¿Quieres mantenerte actualizado en las nuevas tendencias de fisioterapia? Pulsa aquí y participa en nuestro curso sobre electroneuroacupuntura. Así mismo, en los últimos tiempos, se ha extendido su uso como método de entrenamiento en el ámbito deportivo.

Dado su uso generalizado, este tipo de método terapéutico, ha conllevado numerosas dudas por parte de profesionales y de usuarios acerca de qué dispositivos son los más recomendados, el tipo de corrientes que se deben utilizar y los parámetros indicados para conseguir verdaderos resultados.

Además es frecuente cuestionarse si se debe utilizar sólo en una fase inicial de rehabilitación, o si también es efectivo para conseguir fortalecer un músculo bien de manera aislada o combinado con la práctica deportiva.

Por todo lo anteriormente expuesto, se hace necesario un estudio exhaustivo de su uso, con el fin de conseguir evidenciar su eficacia y en qué modalidad debe emplearse para obtener los objetivos propuestos.

Introducción a las corrientes eléctricas 

Se define como electroestimulación neuromuscular al método artificial que recrea un impulso eléctrico enviado al nervio motor o al músculo, con el objetivo de provocar una contracción muscular. Este estímulo eléctrico, deberá tener unas condiciones fisiológicas similares a las de la contracción voluntaria, con el fin de mejorar la fuerza muscular. (1,2,3)

Para conseguir unas características similares a las fisiológicas, es importante especificar el tipo de onda a utilizar, el ancho de impulso, la frecuencia, los tiempos de contracción y de reposo, la intensidad, la colocación de los electrodos, el tiempo de la sesión y el número de sesiones a realizar. Para ello, se ha hecho una revisión bibliográfica acerca de qué es lo más recomendado.

Tipos de corrientes

Como bien sabemos existen muchos tipos de corrientes eléctricas excitomotoras, pero se ha demostrado que las más efectivas para el entrenamiento de la fuerza muscular son aquellas de baja frecuencia, con ondas rectangulares bifásicas y simétricas, las más conocidas en el mercado, son las denominadas EMS. (1,2,3)

Se considera que este tipo de corriente es la más indicada, debido a que ofrece una mayor tolerancia y optimiza el rendimiento, ya que con tiempos e intensidades bajas, se consigue mayor reclutamiento de fibras musculares, por lo que se obtienen mejores resultados. (1,2,3)

FIGURA 1: Libro la electroestimulación, entrenamiento y periodización. Pág. 18.

Intensidad

Se define como la cantidad de energía necesaria para que se produzca cierto voltaje en la membrana muscular para provocar un reclutamiento de las fibras nerviosas y con ello, una contracción muscular. (1,3)

Suele expresarse en mili voltios (mV) o mili amperios (mA). La intensidad (altura que tiene que alcanzar la onda del impulso eléctrico), variará en función de la resistencia que presenten los tejidos al paso de la corriente eléctrica. (1,3)

Se deberá elegir la intensidad y la duración de impulso mínima necesaria para estimular la fibra nerviosa y establecer un período de reposo igual a la duración del impulso. (1,3)

La intensidad estará determinada por la sensibilidad de cada uno de los pacientes, por lo que siempre se debe conseguir una contracción muscular, pero sin que aparezca la sensación de dolor. (1,3)

Ancho del impulso

Es la duración de cada impulso eléctrico. Se suele expresar en microsegundos (?s). Se recomienda usar anchos de impulso superiores a la cronaxia (tiempo mínimo que debe aplicarse una corriente eléctrica para conseguir efectos motores, la cual es variable en función de cada nervio y músculo). (1,3)

Frecuencia del impulso

Se define como el número de veces que se repiten los impulsos excitomotores en un segundo, se puede expresar bien en Hertzios (Hz) o en ciclos por segundo (C.P.S). (1,3)

Se considera que cuanto mayor sea la frecuencia, mayor será la fuerza desarrollada, la velocidad de contracción, la cantidad de trabajo, la potencia máxima y también la fatiga muscular y la tetanización. (1,3)

Es por esto último, que es indispensable, establecer, períodos de impulso y de reposo, con el fin de evitar lesiones. (1,3)

Se debe de tener en cuenta, que la frecuencia a aplicar, es variable en función de los distintos tipos de fibras musculares a estimular. (1,3)

En función de los objetivos de tratamiento/entrenamiento que busquemos, deberemos tener en cuenta las frecuencias a utilizar, de este modo se establece: (1,3)

Tiempos de contracción

Es el tiempo (segundos) durante el cual se mantienen los impulsos eléctricos a una determinada frecuencia hasta provocar una contracción muscular. (1,3)

Se considera que cuanto mayor sea la frecuencia de impulso, menor debe ser la duración de la contracción, ya que si no podría conllevar a la aparición de contracturas o calambres musculares. (1,3)

En función de cuál sea nuestro objetivo de tratamiento/entrenamiento, deberemos tener en cuenta lo siguiente: (1,3)

Tiempos de reposo

Tras la contracción muscular, debe haber unos tiempos de reposo para garantizar el descanso de las fibras musculares y proporcionarles unas condiciones óptimas para la siguiente contracción. Dicho reposo, se aplicará en función de la frecuencia programada, de este modo, cuanto mayor sea la frecuencia aplicada, mayor deberá ser el período de descanso y viceversa. En la siguiente tabla se expone los tiempos de reposo idóneos en función de los tipos de entrenamiento o tipos de fibras a estimular. (1,3)

Repeticiones

Una vez programada la frecuencia y los tiempos de contracción y reposo, deberemos de tener en cuenta, el número de veces que queremos que se repita esa contracción para conseguir los objetivos propuestos. En la tabla siguiente se expone, el número de repeticiones indicadas para cada objetivo propuesto y su equivalente en tiempo. (1,3)

Formas de aplicación

La electroestimulación neuromuscular, como se ha mencionado anteriormente, sirve para provocar impulsos nerviosos, bien en la musculatura o bien sobre el tejido nervioso. Se considera que para fines terapéuticos donde existen lesiones totales o parciales, la aplicación correcta sería la directa sobre el músculo lesionado, mientras que para un objetivo funcional y deportivo, se recomienda, la aplicación indirecta sobre las fibras nerviosas. (1,3)

Por otra parte, depende del objetivo a seguir (tipo de pacientes, la patología que exista, la readaptación física, el reforzamiento muscular y la prevención de lesiones), se plantean, dos métodos de aplicación, la estática, donde no existe desplazamiento de las articulaciones y la aplicación dinámica, donde sí que existe movimiento de las mismas acompañando a las contracciones provocadas por la corriente eléctrica. (1,3)

Por último, se hace mención a la colocación de los electrodos, para la estimulación con fines funcionales.Según los autores consultados, se recomienda buscar una electroestimulación mixta y colocar un electrodo cerca del nervio que rige el grupo muscular y el resto de electrodos, posicionarlos hacia los puntos motores de los músculos. Así mismo, se recomienda colocarlos en una posición longitudinal, preferentemente a la transversal, ya que se ha demostrado que se consiguen mejores resultados de éste modo. (1,3)

Métodos de entrenamiento

En base a todo lo anteriormente expuesto, se puede resumir que en función del objetivo terapéutico o deportivo que busquemos, deberemos programar la sesión de entrenamiento con electroestimulación con parámetros diferentes. (1,2,3,4,5)

Por otra parte, se recomienda realizar unas tres sesionessemanales, dejando unas 24-48h de descanso entre sesión y sesión, con el fin de no provocar una mialgia post-ejercicio o incluso una necrosis tisular o una sensibilidad dolorosa prolongada (en caso de estimulación eléctrica intensa). (1,2,3,4,5)

Así mismo, numerosos estudios recomiendan, el uso de la estimulación eléctrica como complemento al entrenamiento voluntario de la musculatura y no como un modo de entrenamiento aislado o alternativo, ya que de ese modo, se consiguen resultados mucho más satisfactorios en los deportistas o pacientes. Por lo que el uso de electroestimulación neuromuscular, combinado con ejercicios isométricos, concéntricos o pliométricos, mejoran considerablemente los objetivos propuestos. Cabe destacar, que no se recomienda su uso con ejercicios excéntricos o en caso de realizarlos, se deberán hacer con mucha precaución, ya que con este método de entrenamiento, junto con la electroestimulación, se somete a un gran esfuerzo a la fibra muscular, incrementando el riesgo de lesión. (1,2,3,4,5)

FIGURA 2: https://www.personalwintraining.com/electroestimulacion/

FIGURA 3: https://www.runnium.es/complementos/electroestimulador-guia-definitiva/

En la tabla que se expone a continuación, se muestra los parámetros recomendados en función de los objetivos propuestos: (1,2,3)

Beneficios descritos del ejercicio con la electroestimulación neuromuscular

Tras realizar la revisión bibliográfica a cerca de la electroestimulación muscular, se han encontrado numerosos beneficios asociados a su uso entre los cuales destacan:

Aumento del tono muscular/hipertrofia muscular

Se ha demostrado que la estimulación eléctrica consigue resultados fisiológicos muy similares en los deportistas o pacientes con respecto al ejercicio voluntario y además provoca ganancia de fuerza muscular, masa y potencia, en particular, son numerosos los estudios que señalan los resultados positivos sobre la hipertrofia muscular, la fuerza máxima, isométrica y resistencia (aun utilizándola de manera aislada). En el caso de la fuerza explosiva y en la velocidad provoca cambios significativos, siempre y cuando se utilice en combinación con ejercicio físico voluntario, preferentemente, pliométricos. (1,2,3,4,5,6)

Puesta en acción preferentemente de las fibras rápidas

Cuando se realiza una contracción voluntaria, se reclutan inicialmente, las fibras de tipo I, para reclutar las fibras de tipo II y mejorar la fuerza, se requiere de cargas pesadas. (1,2,3)

Se ha demostrado que la estimulación eléctrica tiene la capacidad de trabajar de manera predominante sobre las fibras de tipo II y durante más tiempo, de modo que, con este método, se consiguen mejores resultados que con las contracciones voluntarias de manera aislada. (1,2,3)

Mayor cantidad de trabajo en una sesión

Con la electroestimulación, se consigue mantener durante más tiempo, un alto nivel de entrenamiento/tratamiento sobre las fibras musculares, cosa que de manera voluntaria, no ocurre. Es por ello, que se consigue un mayor rendimiento. (2,3)

Mejora de la resistencia aeróbica

Para el entrenamiento de la resistencia aeróbica, se debe mejorar tanto la cantidad de oxigeno que puede ser aportada en los músculos como la capacidad de las fibras para consumir ese oxígeno. Normalmente, las personas que entrenan la resistencia aeróbica (ciclistas, maratonianos,?), suelen tener dificultad con el poder oxidativo de sus fibras musculares, cosa que se ha demostrado, se resuelve, con el uso de estimulación esléctrica sobre las fibras lentas. (1,2,3)

Menor cantidad de lesiones y fatiga

De manera natural, para progresar en el entrenamiento de la fuerza, se precisa de cargas muy elevadas, incrementando el estrés a las articulaciones y del sistema cardio-vascular, provocando fatiga y exponiendo a un mayor riesgo de lesión osteo-muscular. Con el uso de la electroestimulación neuromuscular, y dado que como hemos mencionado anteriormente, se puede trabajar de manera predominante sobre las fibras de tipo II, el riesgo de lesión, se reduce considerablemente, motivo por el cual, cada vez se incluye esta técnica como método de entrenamiento.(2,3)

Disminuye los tiempos de rehabilitación

Se ha demostrado que la electroestimulación neuromuscular, es muy eficaz para acelerar la recuperación de la contractilidad muscular durante la rehabilitación, sobre todo en atrofias musculares y debilidad muscular. Además, es un medio que garantiza un retorno seguro a la vida funcional o a la deportiva de nuestros pacientes, por los motivos que hemos venido citando hasta ahora. (2,3)

Mejora del suelo pélvico

Existe evidencia científica que el uso de electroestimulación, sobre el suelo pélvico de los pacientes, tanto con técnicas superficiales (electrodos situados en zona perineal y en contacto con la piel y las mucosas) como profundas (estimulación anal o vaginal), produce mejoras en el tono muscular de la zona y reduce la incontinencia de orina. (2)

Aumento del gasto energético, pérdida de grasa y disminución de la celulitis

Cuando se habla de electroestimulación, en el ámbito comercial, siempre se hace referencia sobre el aumento del gasto cardíaco, la pérdida de peso y la mejora de la apariencia de la celulitis en los pacientes, pero no se existe evidencia científica relevante a este aspecto, por lo que habría que seguir investigando. (1,2)

Conclusiones

Se puede concluir que:

  • La electroestimulación neuromuscular, es un método muy efectivo para el entrenamiento de la fuerza muscular en los pacientes, bien en fases iniciales tras una lesión, como para el entrenamiento deportivo o readaptación física.
  • Las corrientes rectangulares, bifásicas y simétricas como las EMS, son las más indicadas para el entrenamiento de la fuerza muscular.
  • En función de nuestros objetivos terapéuticos o de entrenamiento, deberemos tener en cuenta la frecuencia a aplicar, los tiempos de contracción y de reposo, las repeticiones y el tiempo de la sesión para conseguir los máximos beneficios posibles en los pacientes.
  • Las corrientes excitomotoras, son más efectivas si se combinan con el ejercicio voluntario.
  • La electroestimulación neuromuscular es un método muy eficaz porque consigue efectos muy similares al entrenamiento voluntario, con menor riesgo de lesión y en menor tiempo.
  • Tiene numerosos beneficios en los pacientes, motivo por el cual, su uso cada vez se está extendiendo más, ya que acorta los tiempos de entrenamiento, disminuyendo las lesiones y mejora la fuerza y la potencia muscular.
  • Hay que seguir investigando sobre su eficacia en otros ámbitos y de ese modo contribuir a la mejora del uso de la técnica.

Referencias bibliográficas

  1. Alegría Dufary. Neuromuscular electrostimulation and its application in the development of strength in sport. Universidad del Valle Santiago de Chile, Instituto de educación y pedagogía, área de educación física y deporte 2011; 40-75
  2. De la Cámara Miguel Ángel, Pardos Ana Isabel. Review of the physical benefits of comprehensive electrostimulation. Apunts. Educación Física y Deportes. 2016, 123: 28-33.
  3. Pombo Manuel, Rodríguez Joan, Brunet Xavier, Requena Bernardo. Electrostimulation, training and periodization. Ed 1ª. Barcelona. Editorial Paidotribo. 2004; 11-39
  4. Herrero JA, Morante JC, García J. Combined training with concentric electrostimulation and plyometrics versus voluntary training.  Biomecánica, 2006; 14(1): 67-71
  5. Maffiuletti, nicola A, Dugnani, Sergio, Folz, Matteo, Di Pierno, Ermano; Mauro, Franco. Effect of combined electrostimulation and plyometric training on vertical jump height. Medicine & Science in Sports & Exercise, 2002; 34 (10):  1638-1644
  6. Herrero J.A.; García-López D, García-Hernando D, de Paz J.A, Peleteiro J, Rubio I,  Cuadrado G, Villa J.G García-López J.
    Biomechanical quantification of the benefits of Training with neuromuscular electrostimulation. ICAFD de Castilla y León.
Autor: ESTHER JAREÑO MOLINA

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