La pubalgia es una patología que afecta con alta frecuencia a deportistas, en especial aquellos que practican disciplinas con gestos explosivos y repetitivos como el fútbol, el hockey o el atletismo. Se caracteriza por dolor en la región inguinal o suprapúbica, siendo una condición debilitante que puede interferir en el rendimiento y la continuidad deportiva.
La pubalgia presenta una etiología compleja, con múltiples estructuras implicadas: músculos aductores, recto abdominal, fascia transversalis, sínfisis púbica y estructuras osteoarticulares. Esta condición requiere un abordaje clínico multidisciplinar y un tratamiento adaptado a las demandas funcionales del deportista.
En este contexto, el ejercicio físico terapéutico ha ganado terreno como estrategia de primera elección dentro del enfoque conservador. El presente artículo revisa la eficacia de los programas de ejercicio en el tratamiento de la pubalgia en deportistas, atendiendo a los beneficios clínicos y funcionales observados en distintas intervenciones.
El dolor en la región púbica o inguinal suele estar vinculado al desequilibrio entre fuerzas musculares antagónicas y sinérgicas en la zona pélvica. Una tensión excesiva de los aductores, combinada con debilidad o activación inadecuada del complejo abdomino-pélvico, genera cargas anómalas en la sínfisis púbica.
Además, la descompensación del control motor y las deficiencias de estabilidad lumbo-pélvica contribuyen a perpetuar el cuadro doloroso y dificultan la recuperación espontánea. La intervención fisioterapéutica centrada en el ejercicio busca restaurar este equilibrio mediante programas estructurados que promueven fuerza, control, movilidad y estabilidad.
El tratamiento mediante ejercicio físico debe seguir una planificación progresiva y personalizada, con énfasis en la calidad del movimiento y la adaptación a la especificidad del deporte. Entre los componentes clave se encuentran:
El uso de ejercicios excéntricos, isométricos y en cadenas cinéticas cerradas permite adaptar la carga al umbral de tolerancia del paciente, evitando exacerbar el dolor.
Los deportistas que siguen programas de ejercicio terapéutico estructurado muestran una mejora significativa en la reducción del dolor y en la recuperación funcional. La mejora en la puntuación de escalas de valoración funcional específicas para la cadera y la región púbica indica una evolución favorable con respecto a otros abordajes pasivos.
Se observa una disminución del tiempo de inactividad, una mejora en la biomecánica del movimiento y una reducción del riesgo de recaída en el mediano plazo. Esto se debe a que el entrenamiento terapéutico no solo trata el síntoma, sino que corrige las alteraciones que dieron origen a la lesión.
En términos de reincorporación deportiva, los programas bien diseñados permiten un retorno más seguro, con menos probabilidades de cronificación o recurrencia del dolor.
El abordaje mediante ejercicio se puede dividir en varias fases progresivas:
Los beneficios del ejercicio físico en la pubalgia no se limitan a la recuperación funcional. También promueven la reeducación neuromuscular, mejoran la coordinación intrínseca de la musculatura pélvica y restauran patrones de movimiento eficientes.
A nivel psicológico, el abordaje activo mejora la adherencia terapéutica, aumenta la autoconfianza del paciente y reduce la ansiedad asociada a la reincorporación competitiva.
El fisioterapeuta tiene un papel fundamental como guía y supervisor del proceso, adaptando cada fase a las necesidades y evolución del deportista.
El éxito del tratamiento mediante ejercicio requiere una valoración precisa, incluyendo:
También es esencial identificar signos de alerta que requieran derivación médica o el complemento con otras estrategias como terapia manual o técnicas invasivas.
Un aspecto clave es la educación del deportista, explicando la naturaleza multifactorial de la pubalgia y la importancia del entrenamiento terapéutico continuo, incluso después de la resolución del dolor.
El ejercicio terapéutico representa un pilar esencial en el tratamiento conservador de la pubalgia en deportistas. Su eficacia está ampliamente respaldada por la práctica clínica y la evidencia científica, especialmente cuando se implementa de forma estructurada, progresiva y supervisada.
Los programas individualizados que combinan fuerza, estabilidad, movilidad y especificidad deportiva permiten no solo resolver el cuadro clínico, sino también prevenir nuevas lesiones y optimizar el rendimiento deportivo.
La fisioterapia activa se consolida así como una herramienta de elección en la gestión integral de esta patología tan prevalente como desafiante en el deporte de alto rendimiento.